Yo, Yo….y además Yo…

Supongo que más de una vez a todos nos ha tocado o nos toca lidiar con personas a las que tenemos que escuchar habitualmente sus historias, aventuras, problemas, chistes, bromas…ver las fotos de sus viajes, las de la comunión de los niños, el vestido de la niña, el de la madre…en fin el yo, yo, yo…a mí , a mí… ya saben a qué me refiero. Cuando terminan su monólogo y te toca a tí el turno de palabra, es en ese preciso momento,cuan tsunami con una ola gigante apareciera, es en ese justo instante, cuando casualmente  tienen que salir pitando porque tienen mucha prisa por irse (claro durante su monólogo han agotado su tiempo y el de todo el mundo mundial), de repente se tienen que marchar, o tienen que hacer una llamada, o contestar un mensaje o una urgencia de cualquier tipo…. osea que por mucho que te empeñes no vas a ser escuchado por ellos@s, ni tus fotos van a ser vistas jamás, ni tu viaje nunca será digno de ser contado…ni tus chistes escuchados y mucho menos reidos….

Este tema contado así, en clave de ironía, es mucho más profundo de lo que parece porque nos adentra en la gran dificultad que tenemos para «saber escuchar activamente» al otro, para mostrar, escuchando, la empatía y respeto que todos merecemos y el tiempo al que todos tenemos derecho que se nos dedique, cuando lo comentamos en mis clases, siempre hay risas generalizadas, porque a todos nos ha pasado.

En todos los ámbitos y relaciones dónde nos movemos, sucede, de hecho creo que siendo honestos, todos lo hacemos alguna vez, es consustancial a la naturaleza humana, es, como humanos que somos,  comprensible y aceptable,  pero a lo que quiero referirme exactamente aquí, es a la invasión por ciertos perfiles egocéntricos y narcisistas que hacen que se tornen muchas situaciones sociales, laborales, conversaciones o momentos familiares , dependerá de las situaciones y contextos, será de mayor o menor incidencia pero si observamos bien,  y no parece que esto sea posible que vaya a cambiar, siempre hay alguien o varios monopolizando los discursos, las bromas….en definitiva, el tiempo, tu tiempo…mi tiempo… ESCUCHAR

Fotografía «Saber escuchar»

Lo más maravilloso de estudiar y profundizar en las conductas, el autoconocimiento y las relaciones humanas, es la permanente autocrítica a la que nos vemos sometidos (algunos@s), cuando analizamos las conductas de los otros, nos surje la pregunta ¿Y yo, estoy haciendo lo mismo que ellos?  estoy escuchando a los demás o solo escucho mis propias palabras? ¿Estoy consumiendo el tiempo de otros hablando más de la cuenta? Si somos capaces de hacernos esta pregunta, ya estamos haciendo mucho, es el primer paso hacia un cambio significativo…empezar a escuchar más y por lo tanto a hablar menos.. escuchar 1 Estoy en ese camino… Los buenos comunicadores saben cómo vigilar su promedio de hablar y escuchar. El presidente Abraham Lincoln, considerado como uno de los líderes y comunicadores más efectivos en la historia de EEUU, dijo: «Cuando me estoy preparando para razonar con un hombre, me paso un tercio de mi tiempo pensando en mí y lo que voy a decir, y dos tercios pensando en él y lo que va a decir». Ese es un promedio a seguir.

Escuchemos el doble de lo que hablemos.

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